El Procedimiento

© Kmop, 2017

  • La persona moderadora abre el turno de palabra preguntando a quién le gustaría exponer el párrafo que ha señalado. Apunta en una lista por orden el nombre de todas las personas que quieren intervenir y le da la palabra al primero o primera.
  • La persona que toma la palabra lee su párrafo en voz alta, siendo escuchada por los y las demás participantes. Él o ella explicará por qué lo ha seleccionado y compartirá sus reflexiones acerca de ese párrafo con sus compañeros y compañeras.
  • Posteriormente, el moderador o moderadora pregunta si a alguien le gustaría añadir algún comentario, dando palabra a las personas que lo deseen, de manera que se puedan dar diferentes interpretaciones y compartir experiencias sobre el párrafo leído. Una vez finalizadas las intervenciones, el moderador o moderadora pregunta si están de acuerdo en pasar a otro párrafo.
  • A continuación, el moderador o moderadora pregunta si alguien ha seleccionado algún párrafo de la misma página, siguiendo así con el mismo procedimiento en todas las páginas por orden, garantizando la participación de todas las personas que deseen hacerlo.
  • Nadie está obligado a intervenir, pero se debe tener en cuenta siempre a las personas que menos participan. Para potenciarlo, se puede hacer una ronda de palabras para que cada participante de la tertulia dé una breve opinión sobre lo leído. Si hay personas que han intervenido mucho en la tertulia, se prioriza dar palabra a quién menos ha participado hasta el momento.
  • Al terminar la tertulia, se acuerda entre todos y todas, los siguientes capítulos, artículo u obra a leer para la próxima sesión. Así, comienza de nuevo el proceso.

Aspectos prácticos

A continuación apuntamos unas breves orientaciones prácticas para la organización de la tertulia.

  • Las TCDs se llevan a cabo en sesiones de una duración de entre una y dos horas, con la frecuencia acordada por los y las participantes; por ejemplo pueden ser sesiones semanales, quincenales, etc.
  • Las TCDs pueden realizarse en un aula corriente, los asientos pueden estar distribuidos de diferentes formas, siempre y cuando los y las participantes puedan verse bien mutuamente.
  • El número de personas participantes puede variar en cada tertulia, no es relevante ni repercute en la dinámica de la actividad.

        

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